sábado, 25 de octubre de 2008

Cartas desde la China y VI. - Episodio final

Bueno, pues nada…, se acerca el final de la aventura olímpica.

Vinimos dos y volvemos dos y cuarto (1/2 Fede que es Xiao Bao menos ¼ de Fede que se ha escurrido en China, porque estoy tipín tipín).

Suena a topicazo pero así es: llevamos unos días con el peque y parece que ha estado con nosotros media vida.

Hace más de tres años que empezamos esta aventura. En todo este tiempo te has preguntado muchas veces cómo será, si estará bien, si ahora está dormida o despierta... Al final resulta que ella ha sido él y que existe desde hace muy poquito tiempo. Si la fecha de nacimiento que nos han dado es correcta (1 de marzo) cuando él nació nosotros estábamos de fin de semana en Potes con unos amigos. Me acuerdo perfectamente que yo me agarré un pedal por darle con ganas al orujo, así que en su primer día de vida su futuro padre adoptivo estaba con un dolor de cabeza del copón (¿será una premonición?).


Semanas antes de venir no estábamos muy animados con lo que era el viaje (que si nos gusta viajar solos, que si no es un viaje “de placer”, que si vas a estar todo el día pendiente del crío,...), pero a medida que se acercaba el momento aumentaban las ganas de venir y disfrutar. Al final ha resultado ser el que más nos ha gustado y en el que más nos hemos reído. Algunas veces de Quique, otras de tito Liu la abuela Li o lo graciosos que son los chinos, pero la mayoría ha sido de nosotros mismos, de nuestra torpeza y de las cosas que han cambiado en nuestra vida. Todo lo que nos ha pasado nos lo hemos intentado tomar a risa (salvo lo mal que respiraba el peque la primera noche), y creo que es lo mejor que hemos podido hacer.

La adaptación de Quique ha sido muy fácil, sólo tiene 7 meses y se nota muchísimo. De hecho se va con cualquiera, el otro día lo perdimos de vista unos segundos y estaba rodando de mano en mano entre las dependientas de unos grandes almacenes, y él tan pancho.

Que no se me enfaden las abuelas pero haber podido vivir esta experiencia en solitario, nosotros dos y el peque (amén del tío Liu, la abuela Li, etc. etc, pero éstos eran esporádicos) ha sido un verdadero placer. Habremos hecho muchas cosas mal, y alguna cosa bien (de hecho ya bajo de los 5 minutos en la puesta de pijama y el crío se me estresa menos), pero al menos lo hemos hecho nosotros dos juntos y con toda la ilusión del mundo. Si en el futuro llegan hermanos no sé cómo serán ni de dónde vendrán, pero firmaría ahora mismo porque fuera tal y como ha sido con Quique Liang.


Tras este maravilloso paréntesis de dos semanas (parece que han sido meses) toca volver, no a la rutina, porque sigue siendo una experiencia nueva (ahora en casa), pero sí a otras cosas (ya tengo en la cabeza más papeles de mierd.. que hay que hacer, DNI, pasaporte, registro, baja, etc.)

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No voy a daros más la lata con las aventuras de la familia López Arjona en la China de Hu Jintao. Se han quedado muchas cosas en el tintero pero la semana en Pekín ha sido dura, con muchos paseos, muchos regateos (me cago en el chino que me vendió un pendrive de 64 gb por 9 euros cuando en realidad no llegaba a 1 gb, menos mal que volví a por él al día siguiente y arreglamos cuentas), bastante calor y unos cuantos km en taxis (las distancias son enormes). El peque se ha seguido portando de maravilla y aguanta como un jabato. A ver si los abuelos/as no lo malcrían… (jaja, tranqui los tres, que es broma, ¿o no?).

Quiero dar las gracias a todos los que nos habéis seguido estos días y especialmente a aquéllos que nos han dirigido unas líneas. ¡¡¡¡Muchas gracias a todos!!! y ….

¡Nos vemos en los bares! …

Ah no, eso era antes. Ehhhh, ¡nos vemos en los parques!

Fede.



Yo para saber el camino de vuelta he ido dejando cosas en el camino: unos zapatos en un hotel, una chaqueta por la calle, una bufanda no sé dónde y más cosas que me iré dando cuenta cuando llegue a casa.

Como veis no he cambiado mucho, solamente que ahora hay alguien que me puede llamar mamá. Sólo espero no perderle a él también, porque el otro día después de descargar todas las cosas que había en la silla le dije a otra de las mamás “espera que creo que me falta coger algo”, y era el pobre Quique, que como casi no llora no me enteré que no le llevaba conmigo.

El domingo a las 14.20 aterrizará el Príncipe de Gansu en el aeropuerto de Parayas, tomando posesión de sus nuevos dominios.

Besos a todos.

Mariajo.






1 comentario:

  1. Es una historia hermosa, fantástica, me ha alegrado el día, la semana y probablemente el mes. Gracias por compartirla.

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