Pues nada, aquí estamos. Son las 11.50 en Lanzou, las 5.50 en España.
Estamos esperando en la habitación del hotelazo a que nos traigan a Enrique. El pobre tiene que hacer un viaje de 300 km por estas carreteras de Dios para llegar aquí, así que supongo que llegará bueno…
María está hecha un mar de nervios, yo estoy bien, un poco nervioso pero lo justo. He estado buscando fotos de Santander para enseñárselas a la cuidadora del orfanato, para que sepa donde va a vivir Xiao Bao. También le he preparado la ruta en Google Earth para que se haga una idea, aunque la verdad, no sé si le interesará mucho…
El viaje a Pekín duró 19 horas desde que salimos de casa de mi hermano en Madrid hasta que llegamos a la recepción del hotel. Una palicilla que a mí se me pasó relativamente rápido. Vinimos muy cómodos en el avión (nos tocó un fila de dos asientos en lugar de tres, que se agradece mucho, la comida era buena y tenían buen surtido de pelis).
María está oyendo ruido en el pasillo, cree que son ellos, se me acelera el pulso… … …
Parece que no son, ufff, qué momentos. A ver si viene de una p..a vez, que ya se ha hecho de rogar bastante.
No hemos visto gran cosa de Pekín, sólo hemos pasado una noche allí y a l día siguiente hemos cogido el avión a Lanzou. Me ha resultado más pesado este viaje que el de Madrid Pekín, no sé si ha sido por el rollo de la hora y pico de coche que había desde el aeropuerto al hotel. El paisaje era horrible. Esta zona está en las inmediaciones del desierto del Gobi y la mezcla entre el desierto y las industrias petroleras que abundan en esta región es patética.
La ciudad en sí no está tan mal. Se agradece una barbaridad estar solos, paseando sin rumbo a nuestra bola, y no con 15 personas más (aunque la gente que nos acompaña en Pekín es muy maja). (María está abriendo la puerta otra vez, y eso que está puesta en el ordenador música de relajación China que, por cierto, me está grillando un poco, me están entrando ganas de meterle la flauta por…, bueno controlaré el lenguaje que voy a ser papi).
¡Cómo suena! No sé que sentirán los demás ante esta aventura, pero de momento parece que como que no va la cosa conmigo, el bofetón que me lleve cuando tenga al crío en brazos va a ser enorme. Con esta mentalidad mía que tanto disgusta a María de “sobre la marcha” no me hago a la idea de las cosas hasta que me pasan. No sé si será mejor o peor.
Me parecen oír llantos… No, no es nada (otra vez las pulsaciones a 100)
Ya llegan con retraso. En principio llegaban a las 12.00.
Lo único importante es que esté bien de salud. Algunas de las parejas que vienen con nosotros van a llevar a los críos a hacerse análisis de sangre y una ecografía antes de firmar la adopción ante el notario, por el rollo este de la leche. En cualquier caso, ¿qué piensan hacer si ven que están enfermos? Una vez que ves la foto ya sientes a esa cosita como parte de ti, y más cuanto más la miras. ¿La vas a dejar abandonada porque esté enferma?
Cada vez me estoy poniendo más nervioso. CREO QUE LLEGAN.
No, no son ellos. Joder¡, mi mujer me va a matar a sustos. Bueno, ya os contaré más, me voy a centrar en lo que se avecina…
Besos¡¡¡¡¡¡
La noche anterior. Mirando la calle por donde vendrá
En la habitación del hotel. Papá esperando llenar esa cuna
Mamá lo mismo
La cuna esperando a su huésped
El día D
Mamá está muy nerviosa
¡Llegó el príncipe de Gansu!
El pobre no tiene muy buena cara después del viaje
La cuidadora con los dos bebés del orfanato de Pinliang
Primera foto con su padre
Primera foto con su madre
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
I just happened by accident on your blog. I don't speak much spanish so I don't understand it really, but seeing the pictures of you and your new child made me teary. Many blessings to your new family. What a gift you are giving each other.
ResponderEliminarxoxo